Una vez más me he dado cuenta.
Son las seis y cuarto de la tarde, estoy en la oficina con la cabeza muy lejos y al mismo tiempo tan cerca.
Llevo cuarenta y cinco minutos al teléfono en la que para muchos será la actitud más idiota del mundo mundial.
Cuarenta y cinco minutos escuchando una respiración, incluso algún timido ronquido, y sabeis lo mejor, cada uno de los 2.700 segundos que han pasado han ido haciendo que me sienta mejor; si, lo se, .....es tan absurdo, tan idiota y la vez tan necesario, tan agradable.
Se que habrá quien piense que más que enamorado lo que estoy es tonto ..... lo siento por el o ella, quien sabe? tal vez algún día pueda comprenderme, quizás algún día deba darle la enhorabuena.
P.D.: Para quien me sigue con asiduidad. Como podeis ver, estoy volviendo a ser lo que era.
No hay comentarios:
Publicar un comentario