DE BILLARES, HUMO Y CANALLAS

Conozco un lugar no muy lejos, a tan solo tres o cuatro cervezas de aquí ..... os suena, es de una canción de fito.

Pues ese lugar existe, siguiendo con la similitud musical sería el sitio de mi recreo.

Lo tiene todo para un aspirante a canalla de canción de Sabina, o sea un servidor.

Macarra de ceñido pantalón ......

Volver al bar a la noche siguiente a brindar con tu silla vacía ......

Reinar detras de la barra del unico bar que vimos abierto .....

Que se yo, tal vez, sueños de juventud, complejo de adolescente, la verdad es que da igual, simplemente me siento a gusto.

Un billar, humo, ceniceros, cerveza, una camarera guapa y un camarero amables ambos dos, de los que te llaman por tu nombre, de esos que en días de poco movimiento no dudan en echarse un billar contigo.

Paro alli a menudo, mas a menudo de lo que mi salud y mi cartera aconsejan. He vuelto a descubrir, cuanto me relaja un billar, aunque sea solo, meter las bolas en orden numérico, con un par de cervezas y el paquete de tabaco encima de la mesa.

Un piti encendido en los labios, el  humo en los ojos, la mesa, las bolas, el taco...... aislarte de todo un segundo.....

Las partidas con desconocidos, el camarero gay del bar de abajo pasado de porros tirandote los tejos a las cinco de la mañana.

Los chavales pseudo punkis despues de dar un concierto, son malos pero le echan dos huevos y mucha ilusión

Los pierde paga con el dueño, la conversación con el músico vanguardista sobre la oferta musical de Badajoz, con la chica homosexual del casino sobre el amor, los errores, las parejas y la vida.

Una partida con "Agradecido" de Rosendo de fondo, musica heavy casi todo el rato, al final terminaré apreciandola.

Entrar para tomar una cerveza y salir cuatro  horas despues.

Esa sensación, imagino que la habreis sentido alguna vez, del cliente habitual, sentirte no como en casa, pero si cómodo, relajado, entrar por la puerta y que te pongan la cerveza y el cenicero, sin decir nada, ese chupito por cuenta de la casa casi a la hora de cierre.

Es cierto, si, existe un lugar no muy lejos, a tan solo tres o cuatro cervezas de aqui.