Hoy quería escribir y dedicar una poesia, quizas una canción pero como a Serrat, las musas vuelven a pasar de mi, asi que me quedo en un cuento, una historia de ficción. Hela aquí.
Erase una vez cierto personaje de ficción una monja, irredenta, blasfemante, mal hablada y para más inri rockera confesa y por vocación. Azote, con la palabra, la inteligencia y el sentido del humor, vive dios, de los malandrines que pululan por esos caminos virtuales de la internete pensando que todo lo que por alli circula y tiene tetas es follable y está a su disposición.
De tan valiente heroína no queda en los anales (no no es lo que pensais guarros) descripción física alguna, ni falta que hace, aunque dicen las malas lenguas que una foto de Lucía Lapiedra encajaba a la perfección. Si quedan por supuesto constancia de sus respuestas rápidas e inteligentes, de su gracia, de las risas ante el escaparate de determinados escribientes tomados por locos poco despues, de su valor ante la adversidad, de sus santos cojones (lo siento, haber nacido tío, aunque entonces seguramente no los tendrías), de su capacidad para reirse de todo, incluida ella misma, de demostrar que el chiste grueso no esta reñido con la inteligencia, de su buen gusto literario, modestia aparte, en fin de su valor como persona.
Hermana es un placer y un honor al mismo tiempo haberla conocido y poder contarla, con su permiso entre mis amigas.
Va por ti, y no me riñas por las faltas.
P.D. Obviamente despues de tanto insistir no se te ocurra fallarme en la presentación del libro de relatos cortos, supongo que estará listo en veinte o treinta ...... años.
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