lunes, 3 de octubre de 2011

URGENCIAS

Os pongo en antecedentes, ayer, sobre las ocho de la tarde, mi amado vástago con su innata habilidad para el balompié, heredada por su puesto de su padre, le dio una patada al pie de un amigo al ir a darle al balon. Resultado? Es obvio, papi le quita el zapato, el calcetin, observa detenidamente el pie y llega a la conclusión de que si no hay sangre, moratón o hinchazón, no es nada grave, asi que, actuando como un profesional de esos que inundan los maravillos campos de futbol de nuestra amada España, use ese medicamento de fórmula ancestral y solo conocida por unos pocos privilegiados, EL AGUA MILAGROSA, un poco en el pie (falta le hacia), otro poco en la cabeza y una buena cantidad glotis abajo, y como nuevo, a correr al parque otra vez, pero, he aquí que el cansancio hace mella en la estrella del futbol en ciernes, notese la ironia, y empieza a cogear cual futbolista profesional delante del arbitro buscando la tarjeta para el contrario.

A la mañana siguiente, Lunes, después de un fin de semana con quinientos o seiscientos kilometros de coche más actividades varias, hay Eduación Física, con lo cual la cojera sufre un aumento considerable. No hay problema, el abnegado padre deja una notita en el neceser indicándole a la profesora que si el niño se queja, lo tenga en consideración pues recibió un golpe el día anterior, respuesta de la profesora al ver la nota "tus padres deberían llevarte al médico". Por la tarde, el infante, tiene una actitud apática en el parque, motivo por el cual su abuela materna estima conveniente comentarle a la madre de la criatura que deberia llevarlo al médico, pues no se ha movido del banco en toda la tarde.

Como vds. habran podido adivinar, el abnegado padre cuando va a ver su amado hijo a la salida del trabajo, estima, junto con el apoyo de la abnegada madre, que sería conveniente que un facultativo observara la lesión del pequeño futbolista a fin de evitar males mayores.

Resultado, un servidor de vds. se planta en Urgencias del Hospital Materno Infantil a las 20:30 horas, a fin de que la citada lesión sea examinada convenientemente.

Ahora paso a explicar el cuadro de Dalí en la sala de espera:

El c...... del niño bailando, haciendo giros de 360º sobre si mismo, corriendo, saltando, ante el atribulado progenitor que solo sabe pensar "como salga el galeno y lo vea .........".

Pues entramos, el médico observa detenidamente el pie, lo mueve, lo gira, lo vuelve a mover, y llega a la conclusión de que probablemente solo se trate de un golpe, consecuencia dos dias de Junifen o como se escriba, al 4%, maravilloso medicamente aun mejor que el agua milagrosa y ademas de venta en farmacias con acceso a cualquiera.

Una vez terminada la revisión de la extremidad, y con el niño calzado y con los calcetinitos puesto el amable doctor (no es coña, el tio era agradable) le indica al paciente que puede bajar de la camilla.

Y el p..... niño, baja de un salto dando un zapatazo en el suelo ......... tendrían vds. que haber visto la cara del médico y la mirada que me echó de arriba a abajo.
Si yo soy el me cobro la visita, por gilipollas. En fin dos putas horas en urgencias para nada.

Me cago en mi mala suerte.

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