Que puta y que mala la vida, o al menos esa es la mentira que nos decimos cuando las cosas van jodidas, y, sin embargo, la vida es simplemente maravillosa ...... joder hace tanto que no escribo que ya casi se me ha olvidado, entre eso y las lágrimas resulta dificil.
Bueno quizas no sea hoy el mejor día, quizas todas las promesas que me he hecho no valgan para nada, quizas me haya vuelto a mentir a mi mismo, quien sabe, tal vez en algún rincón quede algo del mendigo aquel, puede ser que solo sea que la pereza y la monotonía lo hayan ido dejando esconderse y creo que ya es hora de sacarlo a la luz otra vez.
Era un tipo especial, no era gran cosa físicamente, con una inteligencia media que ocultaba detras de una cierta facilidad para encadenar palabras, lo que si tenía era una forma de querer a los demas sin murallas, incluso a si mismo, presumido a pesar de su nula capacidad para la combinación de colores, algo chapado a la antigua en el sentido de que entendía la caballerosidad y la educación como algo más que un buenos día o un por favor, y mirenle ahora en un estado de dejadez, de desidia tal que ni el mismo se conoce. Bueno pues hasta aqui hemos llegado, el mendigo aquel algo chulo, simpatico a la vez que tímido vuelve a las andadas. Entre otras cosas a volverte a decir que te amo, que eres y seras siempre mi princesa y a hacerlo como antaño, todos los días, hasta resultar pesado. Y a echar un poquito de cabeza, que si, que antes la tenía aunque lo disimulara y ahora no me hace falta disimular.
Por hoy ya está bien, pero amenazo con volver.
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